Alejandro Dávila García nació una calurosa mañana de la Navidad de 1988 en Plasencia, justo antes del fin de semana para no empezar la vida un lunes, que es muy cansado.
Se aficionó a la música a muy temprana edad, componiendo sus primeros temas a ritmo de bandurria eléctrica.
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Participó en la fugaz y mítica banda de culto Orzowei, tras lo cual ingresó en Noxfilia en 2011 con la promesa de “chavales, lo vamos a petar”.
A día de hoy no ha petado nada, y combina su trabajo en Noxfilia con el de profesor de guitarra y de la vida, impartiendo sabiduría y golpes de remo a partes iguales.